¿A quién no le ha desesperado su madre en algún momento? A veces son adorables, a veces exageran sin límite. A veces las extrañamos, a veces queremos hacerles una llave grecorromana al cuello. Cada quien tiene una relación diferente con su propia madre, o mejor o peor que mi relación con la mía. Pero a veces creo que me tocó una madre especial.
Como todos, mi madre tiene varios defectos. Pero son defectos que orgullosamente he heredado. Ambos somos exagerados, ambos éramos muy impulsivos, respondones y tercos en las discusiones que teníamos, ambos somos ocasionalmente algo antisociales.
Bueno, por antisociales no quiero decir que cuando nos visitan o nos invitan a una fiesta se nos suelta el estómago y nos sale sarpullido, claro. Pero los que me conocen relativamente bien pueden saber que en una reunión de amigos yo no soy ni quiero ser el centro de atención. Me adhiero a mis amigos cercanos y ahí paso la noche. Mi madre salió a mí. Y los que nos conocen saben bien que muchas veces hemos preferido quedarnos en casa a descansar, comer y ver una película en vez de ir a una reunión de amigos. Claro que cuando hay alcohol, cambia un poco la situación.
Mi madre también es muy chapada a la antigua. A veces le parece mal que me tome una cervecita en mi escritorio mientras hago mis cosas. La entiendo, a cualquier madre le preocuparía que su hijo tome alcohol, sea harto o poco, con amigos o solo. Si yo he exagerado un poco con las copas, nunca ha sido solo, pero le encuentro cierto relajo a una cervecita en la noche. Y una cerveza a veces me dura unas buenas 2 horas.
Lo que de verdad no entiendo es que mi madre se preocupa porque dos veces al mes digo que me dieron ganas de una cerveza (una de las cuales, la tomo), y no se preocupa por mi latente y creciente adicción por las hamburguesas. Naturalmente sabe (porque se lo he dicho) que vendería mi riñón en el mercado negro para comprarme la franquicia de Burger King, ponerla en mi jardín y tener una inalterable ingesta de 10 hamburguesas con queso al día. Lo que ella NO sabe es que cuando me quedo despierto hasta tarde, esporádicamente salgo de mi casa a la 1am o 2am y me voy a la esquina donde la Señora Veneno.
Si mi madre llega a leer ésto, probablemente empiece a dormir cerca a la puerta a partir de ahora...
Sus exageraciones también podrían ser motivo de otro artículo entero, pero me limitaré a poner algunos ejemplos:
CASO 1
YO: Madre, me duele la barriga.
MADRE: Es porque comes mucha mayonesa y no tiendes tu cama.
YO: . . . . .
CASO 2
YO: Me paré rápido y me he mareado un poco.
MADRE: Es porque comes mucha mayonesa y no tiendes tu cama.
YO: Y la situación en Siria, también es porque como mucha mayonesa?
CASO 3
YO: No sé qué pasa. Últimamente estoy muy cansado.
MADRE: Es porque comes mucha mayonesa y no tiendes tu cama.
YO: Sí madre, también es porque tú ves muchas veces El Padrino y usas mi laptop sólo para jugar Carta Blanca.
Pero por otro lado...
Mi madre es la persona más noble e inocente que conozco. A veces me desespera cuando pienso que hay ciertas personas que se aprovechen de éso. O tal vez no se aprovechen (esa palabra puede ser algo fuerte), pero yo siento que ella debería y podría guardar su inocencia por unos minutos, decir un par de cosas, y listo, ya sean personas cercanas a ella o a nosotros, o de cualquier círculo. Es divertido verla discutir con los cobradores de combi, los de movistar o los de sedapar. Pero, madre, haz éso con quien sea necesario!
También están sus habilidades culinarias. Sin duda alguna, el mejor ají de gallina lo he comido en casa. El mejor pie de limón lo hace ella. El mejor spaghetti, sin importar el color, es suyo. Y el mejor lomo saltado es el de la Tradición Arequipeña. Bueno, mi madre odia freír. Dice que se gasta mucho aceite, que no es saludable y se mancha toda la cocina. La entiendo y acepto. A pesar de ser mi plato favorito (o estar entre los primeros diez), si a mi madre no le gusta cocinarlo, no se come acá. Y punto. Y la razón por la que no le peleo ni siquiera le pido para que haga lomo saltado es que ella sabe cocinar. No sé de ninguna familia donde una botella de aceite dure 3 meses, o un balón de gas, 9 meses. Si ella dice que se gasta mucho aceite, yo chutún.
Y su paciencia para la cocina es de admirar. Una vez me pidió que hiciera un tallarín con pollo. Yo sé cocinar algunos platos, pero no me gusta hacerlo. El asunto es que me dijo que en cierto momento le echara comino. Yo asentí, como el más entendido en las artes, y ella viajó. Cuando estaba cocinando, pensé "Y ahora... ¿cuál merde será el comino?". Bueno, abrí un par de frascos y usé el que pensé que mejor combinaría con el tallarín. Creo que acerté, porque a mi madre le gustó. Pero cuando le conté que había echado cualquier cosa, respiró hondo y se fue a bañar.
Muchas veces le he dicho que si ella no le enseña a mi enamorada a cocinar, no me casaré nunca y viviré por siempre con ella. No sé si lo tomó con esperanza (soy el único cuervito que le queda) o con pena.
Hablando de enamoradas, mi mami siempre ha sido muy tranquila con las relaciones que he tenido. Como cualquier madre, ha tenido alguna preferida, como también ha habido aquella a la que no quería ver, ni verme con ella, ni saber que salía con ella. Yo cometí el error de no hacerle caso, pero después de terminar esa relación, me di cuenta de algo obvio: Mi madre había tenido razón. ¡Chamáre!
Mi madre también tiene sus excentricidades. Cuando cocina harto y me lo como todito, se molesta. Dice que exagero y que me va a hacer mal, que debo aprender a cuidarme.
Madre: "¡Comes mucho!"
Yo: "¿Acaso yo te pido que cocines tan rico?"
Madre: "Bueno, pero ése es tu almuerzo de mañana."
Madre: "Bueno, pero ése es tu almuerzo de mañana."
Yo: "¿Y quién te asegura que despertemos vivos mañana?"
Madre: (cara de arrepentimiento total por ponerse a discutir conmigo)
Madre: (cara de arrepentimiento total por ponerse a discutir conmigo)
Y bueno, la conozco. Sé que le gusta que le digan que ha cocinado delicioso. Así que ése es el mejor método de neutralizar su ligero enojo.
Es cierto que a veces me desespera tantito cuando está en la computadora y no hace doble click en donde le digo, o me dice cosas como "Angel, tu teclado no tiene la letra F no?".
Pero cuando la veo, no puedo evitar sonreír y pensar que de ahí salí, la mitad de mi cuerpo, la mitad que importa, es suya, que mis faltas y defectos son probablemente los que ella tiene, pero mis virtudes también son las de ella. La veo ya con sus arruguitas y pienso que quiero verme exactamente así cuando tenga su edad. Creo que por éso envidio un poquito a mi hermana menor, quien heredó más su carita que yo.
Así que... ¡Gracias madre! Porque aunque me saques de mis casillas a veces, yo te he sacado a tí de las tuyas más veces. Y aún así, quieres seguir siendo mi madre.
Tu hijo.
PD: Así es nuestra relación. Quién sabe. Tal vez a mi madre no le guste esta publicación. Probablemente sea porque como mucha mayonesa o no tiendo mi cama.
Comentarios
2: La forma como describes a tu mami con tanta ternura...
3: Y la mas importante, cuanto amas a tu mami y ellaa a ti, siempre una madre tiene la razon en todo.. Y todo hijo quisiera que su mami sea eterna!! Me encanto todoo de principio a fin :)
"Como todos, mi madre tiene varios defectos. Pero son defectos que orgullosamente he heredado."