Hace 6 años pasé por Milán en bus, camino a Roma. Recuerdo que entre sueños paramos en una estación de bus, que reconocí al instante, milagrosamente. A veces tengo una memoria inexplicablemente buena para cosas, generalmente poco importantes, y tiendo a olvidar cosas relevantes.
Bueno... Mi hospedaje quedaba a 2.5 kilómetros de la estación, y como buen mochilero, decidí caminar. No es tanta distancia, pero una mochila de 18 kilos no ayuda. Y la zona es fea.
Fuera de la emoción que significa una ciudad nueva, estaba feliz porque me encontraría con dos amigos de hace años. Giorgia es una amiga con la que pasamos un año juntos en Washington DC de intercambio, en el 2016 llegó a mi casa en Arequipa con su esposo Franco. Aunque sólo pudimos pasar un día y medio juntos en esa ocasión, tenía muchas ganas de verlos.
Y sobre las cosas turísticas, la catedral de Duomo es definitivamente mi favorita. He intentado grabar un pequeño video de cada iglesia bonita (a veces ilegalmente) para mandárselo a mi madre. Sé que, si estuviera a mi lado, es lo primero que querría ver.
También hay una estatua con la misma intención que el toro de Nueva York, que está al frente de la Bolsa de Valores. La diferencia es que la versión de Milán es un dedo medio...
No tuve la suerte de ver la pintura de La Última Cena, que está en la Iglesia Santa Maria delle Grazie. Las entradas para los dos días que estuve ya estaban vendidas, y mi tercer día en la ciudad, la iglesia abría más tarde de lo normal, y yo me iba de la ciudad. No importa. A veces es bueno dejar cosas sin hacer en un viaje. Es una buena excusa para volver.
Al final de mi viaje perdí el bus. Larga historia, pero en resumen, me quedé hasta tarde la noche anterior viendo pasajes a Venecia, hospedaje en esa ciudad, mapa para saber cómo llegar desde la estación, pasaje de salida de Venecia, siguiente hospedaje, balance económico... Es una vaina ver esas cosas porque tiene que ser con tiempo, antes de que suban los precios, pero no tanto porque los planes pueden cambiar... Así que mi bus salía a las 12.00pm y no la hice. Tuve que comprar un pasaje para las 3pm. Ni modo. Bendita sea la opción de descarga de series de Netflix. Y bendito sea quien ve a un asiático tomar una foto.
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